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Mostrando entradas de julio, 2010

Dibujo de la decisión

Quizá me viste la soledad Y el análisis de la nada me reclame atención Y ahora que voy a hacer Que no quiera mirar atrás Y que mi sangre ya no quiere conocer la razón Que se me pierden los esquemas mentales Y que se me olvida el código de la moral Que ya no quiero tener miedo Y que no me lastiman las miradas Que desaparecen las expectativas en mí Y que muere en mí, la tradición Que si me muero, es de sangre Y que no logre entender el Amor Y que fluya la vida y me lleve la avalancha Y que no pueda esconderme Ni agarrarme de ninguna palabra Que ya no entiendo nada Y que sea capaz de mirarme a los ojos Y que una vez más, no pare de llover en mi corazón.

Ya no quiero saber, ya no quiero pensar…

Imagen
Pase el viento más fuerte, mientras camino por esta ciudad, y se me lleve el cerebro. Me deje la angustia tranquilizante de no alcanzarlo jamás. Me quede vacía la cabeza mientras camino, mientras se me deshace la vida. No tenga que darme en la cabeza, para sentir que hay algo más. Mente vacía, ojos sin fondo, rostro dibujado por un Dios. Cuerpo andante, Luna  vacilante, dedos colgantes. ¡Dulces sonrisas de humanos! Dagas aladas… ¡pasen y roben sus labios! Con unas cuchilladas… ¡abran sus gargantas! Agiles descorchado res… ¡destapen corazones! Y después de gritar, pasar a brindar clin clin Y la Luna danza Que danza en mis ojos. Que se convierte en mi piel y se me seca la sangre. Solo resta que caiga la lluvia, árido regocijo en mi interior Ay Dios que caiga en   mi corazón.

Alma

… que corre oscura en la oscura noche de la oscuridad. Inocencia insana enredada eternamente en el rincón más oscuro del corazón. Conciencia rota que solo conoce la desesperación. Luna llena eterna en los ojos. Tu que sola vuelas y gritas en el  viento Tu que ardes en rabia pálida Tu que cortas sin pensar Excelsa perversidad que solo quiere matar En esta tarde de lluvia y noche oscura corta mi pecho y entra en mí. Acepto tu belleza y la perfección de tu dulce decepción, para que sea purificada al calor de mis lágrimas sin destino. Y que de la forma más dulce se convierta en tu sangre de tierra. Que ya  no haya compasión ni perdón. Que si no fue por Amor, se derrame por la absoluta nada toda la sangre de esta cárcel. Que grita al viento con todas mis fuerzas, hasta que estalle la cordura de los hombres. Que se me convierta en puñal todo este sentimiento que crese. Que nos perdamos en los caminos. Que nos ilumine eternamente la Luna Y que nu