Ya no quiero saber, ya no quiero pensar…
Pase el viento más fuerte, mientras camino por esta ciudad, y se me lleve el cerebro.
Me deje la angustia tranquilizante de no alcanzarlo jamás.
Me quede vacía la cabeza mientras camino, mientras se me deshace la vida.
No tenga que darme en la cabeza, para sentir que hay algo más.
Mente vacía, ojos sin fondo, rostro dibujado por un Dios.
Cuerpo andante, Luna vacilante, dedos colgantes.
¡Dulces sonrisas de humanos!
Dagas aladas… ¡pasen y roben sus labios!
Con unas cuchilladas… ¡abran sus gargantas!
Agiles descorchado res… ¡destapen corazones!
Y después de gritar, pasar a brindar clin clin
Y la Luna danza
Que danza en mis ojos.
Que se convierte en mi piel y se me seca la sangre.
Solo resta que caiga la lluvia, árido regocijo en mi interior
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