¿A qué vamos a jugar hoy?

I
De noche. Ana y su madre en el estudio de la casa

“No se me la tabla del 9, pero se me otra cosa: Mirringa mirronga la gata candonga, fue a dar un convite jugando escondite y quiere que todos los gatos y gatas no almuercen con ratas, ni cenen ratones”
“Tienes que aprendértela Ana”
“¿Cómo sabes que morirse no duele mamá? Yo he visto personas que gritan cuando las están matando…”
Mira a Ana a  los ojos “Son películas, y lo que ves en ellas no es verdad.  En una hora te pregunto la del 9 y la del 10”
“Y luego de morirse ¿qué pasa?, dígame que pasa”
“¡No sé!”
¡Yo me quiero morir!
La madre de Ana deja sus papeles a un lado, y con un tono muy severo regaña a Ana “Deja ya de pensar en esas cosas Anita! Los niños no piensan en eso, terminás ya esa multiplicaciones y te vas a dormir!

II
En la tarde. Ana y Pedro en el patio de la casa

¿A que jugamos?
¡Rayuela con ladrillo!
¡Hay no! Siempre jugamos rayuela, ya estoy aburrida
¡Mentiras! Ayer no jugamos rayuela
Ayer no viniste Pedrito. Invitémonos un juego nuevo
¡Sí!
Juguemos a la muerte
¿Y cómo jugamos eso? ¿Nos morimos?
Si
¿Y qué pasa después?
No sé… Jugamos rayuela con ladrillo
Está bien. ¿Y cómo se muere uno?
Hay muchas maneras. Mi papa tiene un revolver, pero ya no está en la caja, y no lo encuentro.
¿Nos cortamos la cabeza?
Lo cuchillos de la cocina son muy pequeños, necesitamos un machete
Mi abuelo tiene uno, si quieres le digo que me lo mande mañana
No…  mañana jugaremos otra cosa
¿Ponemos una bomba en el carro?
No. Vamos arriba
III
Ana y pedro en el cuarto de mamá y papá

¿Recuerdas a mi tía Mónica?
La que murió de dorrmir?
No murió de dormir, es mentira. Ella se quiso morir y tomo muchas pastillas.
Ana entra al baño, toma el cajón de los medicamentos y empieza a buscar. No encuentra nada. Busca en el la última gaveta de la cómoda de su madre y encuentra la bolsa con los frascos.
¡Estas!
¿Ella estaba enferma?
No, pero eso no importa para tomar patillas. Ella se murió porque tomo muchas de una sola vez.
¡Guacala! Las pastillas saben horrible
Estas no saben a nada. Yo la vi cuando entre a su cuarto. Estaba recostada. Creí que estaba dormida, tenía un tarrito de estos en la mano pero ya no tenía nada. Todo el mundo las toma Pedrito, mi mamá y mi papá también. Yo también he tomado, si te tomas solo una no pasa nada.
Bajan a la cocina y Ana saca un tarro de arequipe de la nevera.

IV
Ana y Pedrito en el patio

Pedrito, ¿quieres hacerlo?
Mmm, no sé. Me hubiera gustado morir de un disparo en el pecho mientras cubro a mi esposa para que ella no muera.
De pronto algún día te mueras así
Si


Ana y Pedro, con un frasquito cada uno comen las pastillas, junto con arequipe que sacan con sus manos del tarro recién abierto. Mientras tanto,  hablan de la película que se vieron en la escuela, y de los sueños que tuvieron esa noche. Al acabar tienen sueño. No dicen nada. Se acuestan uno frente al otro en el pasto verde, se abrazan y se duermen, mientras empieza a llover.

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