Anatomia basica

La noche da la bienvenida a su alma … con una batalla de cuchillos melodiosos salpicando lagunas de sangre en su rostro, conciencias derramadas por humanos bien peinados. Y mientras hace su entrada triunfal en la calle, el viento más fresco de la ciudad le limpia la mente. Se lleva la ira que ya no tiene de donde agarrase. Trata de despedirse, pero su confusión le tira del alma. Se siente sucia, se siente amarrada, pero ese viento caleño es también un sedante. Y el olvido es de mantequilla quemada. Suelta su cabello largo a la corriente mientras pretende también soltarse la mente. Y dedicarse la vida entera solo a sentir ese aire que la eleva. Ese frio viento tiene la capacidad de hacerse sentir. Camina, aunque no tanto como quiere. Busca a la Luna para que le consuele, pero ella no siempre esta. No quiere sentirse tan sola, Pero no, nunca lo está. Se dedicaría a escuchar la melodía de la tarde. Canción que más le gusta, la que no pretende comprender. Quizá sea mejor así. Quiere pero n

La Luna crece y a mí me crece la sensación Se me va cada vez más lejos la cordura Y de tantos peines ya no encuentro ninguno Tendré que segur caminado despeinada por la oscuridad cada vez más oscura de tu inmensidad. Esta noche es de ensoñación, una bella noche. Buenas noches. Ya no hay que encontrar el camino de regreso, pues ya lo borro un gato con su lengua áspera. Ya no importa lo que pudo ser. Si nadie me pudo explicar lo que quiero entender, pues ya no se que quiero entender, y ningún libro puede ilustrar lo invisible. Que será lo que está cayendo del cielo? Se preguntan mis ojos anonadados, mientras cae algo que no sé que es del cielo. Parece agua, dicen mis barquitos. Lo más probable es que sea Amor, responde mi nariz. Quizá sea una melodía liquida dicen mis labios de concreto. Qué bonito canta el Siseñor en su nido de sinceridades. Voy a decirle que me llene un baldecito! dice el gato mordelón, para remojarme los bigotes y caer siempre en cuatro patas. Finalmente te saliste co

Observa la Luna. Observa el sol. No posee objeción. -           Yo solo observo. Los dientes y los ojos. Las dagas y el veneno. Los cuerpos y las sonrisas. La danza que le niegas al Sol. Cuernos sanguinolentos… agridulce introspección. Observación con traje de espinas y dudas amarradas al cabello. -           Observo la desgracia de poder y no querer. Observo la angustia de volar y no tener donde posarse. Observo las falsas expectativas, y los caminos que se pueden borrar con saliva del corazón. Pero que entra por sus ojos? Y porque se le enredan las cuerdas vocales? Y de qué color será su piel? -            Por favor, mírame Señora Observación! No respondas con tiranía mi tiranía. Y no quieras que observe lo inobservable. Despídeme de las gentiles cadenas, de las amables vendas, y de los caballerosos vidrios en el piso. La observadora agrádese a la Luna, agrádese al Sol. Se retira. Quién observa a la observadora?

Personajes: Señorita, Lucifer Escenario: La calle trasera del corazón. Señorita: Hola pintoresco personaje, casi no logro encontrarte… te encontré por tus colores (sonrisas, beso en la frente) Lucifer: Señorita: Estoy buscando algo especial. Quiero un bulto de música, la más afilada que tengas por favor. mmm… y también quisiera unos dulces, de esos dulces más dulces que tú haces. Quiero muchos, para que no se me acaben nunca de noche. Lucifer: Señorita: si, olvide sentir el viento, y el sentimiento de no sentir me deja sin piel. Y hoy no quiero saber que siento. Y ya no quiero sentir miedo. Lucifer: Eso no importa. Si ya soy una fugitiva, siempre lo he sido. Ya no sé cuantos me persiguen, ya no sé ni que persiguen. En esta ciudad las lagartijas son transparentes. Y los gatos nos quieren acompañar. Lucifer: Señorita: no encuentro motivos. No veo, y lo que veo es que la gente tiene miedo de que los muerdan, de que los piquen, de que los