La observadora. Único acto.
Observa la Luna. Observa el sol.
No posee objeción.
- Yo solo observo. Los dientes y los ojos. Las dagas y el veneno. Los cuerpos y las sonrisas.
La danza que le niegas al Sol. Cuernos sanguinolentos… agridulce introspección.
Observación con traje de espinas y dudas amarradas al cabello.
- Observo la desgracia de poder y no querer. Observo la angustia de volar y no tener donde posarse. Observo las falsas expectativas, y los caminos que se pueden borrar con saliva del corazón.
Pero que entra por sus ojos? Y porque se le enredan las cuerdas vocales? Y de qué color será su piel?
- Por favor, mírame Señora Observación! No respondas con tiranía mi tiranía. Y no quieras que observe lo inobservable. Despídeme de las gentiles cadenas, de las amables vendas, y de los caballerosos vidrios en el piso.
La observadora agrádese a la Luna, agrádese al Sol.
Se retira.
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